El espíritu humano es optimista
Por la mañana temprano, Roma
amaneció bañada por el sol, por eso fue difícil para el grupo creer en la
previsión del tiempo que anunciaba lluvia en Asís. ¡Y cómo llovía cuando el
autocar se aceraba a Asís! Fue un buen día para los vendedores de paraguas y
ponchos impermeables.
Sin embargo, después de la primera
visita a la Iglesia de Santa Clara, la hermana lluvia empezaba a dar paso al
hermano sol y pronto todo brillaba otra vez.
_____________________________
No comments:
Post a Comment