Las Capitulares se reunieron para la
Eucaristía a las 9 de la mañana y durante el día en diferentes momentos para
orar juntas.En silencio, y en conversación con el Espíritu, individualmente y en asamblea, las Capitulares avanzan hacia el momento en que estarán preparadas para decidir quién dirigirá el Instituto durante los próximos seis años.
Durante la tarde Christine dio a las Capitulares algunas ideas nuevas sobre lo que ella percibe que sucede en el grupo e invitó al intercambio con el fin de facilitar una mayor y más profunda comprensión de lo que implica el proceso de elección.
También por la tarde tuvo lugar una segunda votación secreta en la que cada una escribió sólo dos nombres. Después se elaboró una lista con los nombres que habían escrito.
Christine dijo unas palabras sobre los procesos conscientes e inconscientes que se dan en los capítulos generales, refiriéndose especialmente a la psicodinámica del proceso de elección, proporcionando con ello material para seguir reflexionando.
En sus palabras finales, urgió a las Capitulares a pedir la gracia de la indiferencia y una vez más señaló la importancia de la libertad interior. Deben dejar al Espíritu que hable mañana y recordar que toda la Familia está rezando por ellas.
El Santísimo estará expuesto de las 6 a las 7 de la tarde
Después de un día agotador, se les recomienda irse a descansar temprano.
El tablón de anuncios del vestíbulo
principal es un signo de unidad y solidaridad.
Desde el principio del Capítulo llegan
mensajes de apoyo y comunión de las Hermanas de la Sagrada Familia de todo el
mundo. Las Seculares consagradas, los Asociados
laicos y Sacerdotes están unidos a nosotras como lo testifican sus mensajes, así
como los Consejos Generales de diferentes congregaciones de Roma y en especial de
nuestras vecinas.
El Superior General de los Oblatos y
su Consejo enviaron este mensaje fraterno y afectuoso.
“Que el Espíritu de Dios inspire el trabajo de su Capítulo General.
Nosotros, Misioneros Oblatos de María Inmaculada, reunidos en sesión plenaria, las recordamos y oramos para que el Capítulo
dé mucho fruto. Esperamos que se caracterice por su apertura a las sorpresas
del Espíritu, y que reconozca a Dios trabajando de diferentes maneras, de formas
inesperadas y frecuentemente a través de voces que no solemos escuchar.
Tenemos gran estima y respeto por su generoso compromiso misionero en todo
el mundo. Estamos muy agradecidos por la relación histórica y misionera entre
nuestras congregaciones. Que todos estemos llenos de la alegría del Evangelio
en nuestra vida misionera.”
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